19 de abril de 2009

Si me cansé.

Si me cansé de perdonar,
fue porque cuando duele nunca, nunca, nunca se olvida.
Si me cansé de mentir,
fue porque la verdad lastima solo al principio.

Si me cansé de dormir,
fue porque al "sueño" no lo sueño dormido.
Si me cansé de asistir,
fue porque asistiendo o no asistiendo siempre empezaron sin mí.
Si me cansé de ceder,

fue porque cediendo te vas muriendo en vida.
Si me cansé de llorar,
fue porque en las lágrimas no encontré salida.
Si me cansé de siempre correr,
fue porque muchas cosas las perdí por correr noche y día.
Si me cansé de mirar,

fue porque mirando ví una vez a la muerte.
Si me cansé de perder,
fue porque una vez me desangre por perderte.
Si me cansé de obedecer, de ser correcto.

Me corresponde ser obediente a mi padecer.
Y hoy me doy cuenta que padeciendo también me canso
siempre que no pertenezca voy a pertenecer.

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