17 de septiembre de 2008

Ausencia.

Hoy sólo siento de compañía la brisa que inunda mi habitación, e intento tocarte pero te desvaneces en el aire donde por mis dedos sólo pasa el vacío, la huella de una ausencia. Siento que contigo converso, pero es sólo parte de mi imaginación donde en mis oídos retumba el eco de mi voz llamándote a gritos, sentir la nostalgia de tocar a tu puerta y tan sólo te apoyes en ella, está sin llave, pero no es la gracia que sea yo quien la abra para pasar cuando eres tú quien podría recibirme. Me he mirado al espejo y sólo he visto mi reflejo, ¿Dónde está el tuyo? ¿Dónde estás tú? Te he estado necesitando como parte de mi alma pero veo que has estado perdido también, solos los dos en medio del escombro, de condenas y celdas. ¿Podrías confiar en mí esta noche? ¿Podrías inundarte de la ceguera que te entrega la noche para intentar buscarnos ambos con el sólo tacto de nuestras almas? Más allá de mi ventana no veo más que un horizonte sin sol pues no eres tú quien se refleja en él, no eres tú quien lo observa conmigo. Estos últimos días te he estado necesitando y entre mis labios he susurrado tu nombre para que vuelvas y todo sea igual.

No hay comentarios:

Ellos son